¿Cómo ahorrar energía gracias a la iluminación LED? Lo imprescindible que debes conocer

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La iluminación LED es una de las mejores opciones para reducir el consumo de energía eléctrica en el hogar y en cualquier otro espacio. Su eficiencia, durabilidad, calidad y respeto por el medio ambiente la convierten en la solución ideal para iluminar de forma sostenible y económica.

En este artículo te contamos todo lo que debes saber sobre la iluminación LED y cómo puedes aprovechar sus ventajas para ahorrar energía.

¿Qué es la iluminación LED y cómo funciona?

LED es la abreviatura de Diodo Emisor de Luz. Un diodo es un elemento electrónico que facilita el flujo de electricidad en una única dirección. Cuando la electricidad fluye a través del diodo, este produce luz de un color específico, que se determina por el tipo de material semiconductor que lo compone.

La iluminación LED se basa en este principio, pero con la diferencia de que utiliza varios diodos agrupados en una misma bombilla o lámpara, lo que permite obtener una mayor intensidad y variedad de tonos de luz.

¿Qué ventajas tiene la iluminación LED frente a otras fuentes de luz?

La tecnología de iluminación LED presenta una serie de beneficios en comparación con las fuentes de luz convencionales, como las bombillas incandescentes, halógenas o fluorescentes. Algunas de estas ventajas son:

Bajo consumo

Este tipo de bombilla puede consumir hasta 10 veces menos energía que una incandescente y hasta un 80% menos que una fluorescente. Por ejemplo, una bombilla LED de 8 W puede iluminar lo mismo que una incandescente de 60 W o una fluorescente de 15 W.

Larga vida útil

Una bombilla LED puede durar hasta 20 veces más que una incandescente y hasta 4 veces más que una fluorescente. Su vida útil media se estima entre 25.000 y 50.000 horas, lo que supone unos 20 años si se usa unas 3 horas al día.

Alta calidad de luz

Las bombillas LED tienen un alto índice de reproducción cromática (IRC), lo que significa que reproducen fielmente los colores de los objetos iluminados. Su IRC suele estar entre 90 y 95, mientras que el de las incandescentes es de 100 y el de las fluorescentes es de 80.

Además, las bombillas LED permiten elegir entre diferentes tonos de luz, desde la cálida (2100 K) hasta la fría (6500 K), pasando por la neutra (4000 K).

Respeto por el medio ambiente

No contienen mercurio ni otros elementos tóxicos, como las fluorescentes, lo que facilita su reciclaje y evita la contaminación. Además, al consumir menos energía, contribuye a reducir las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero.

Estética y versatilidad

Tiene un diseño compacto y elegante, que se adapta a cualquier tipo de lámpara o luminaria. También existen modelos con formas y colores variados, así como con funciones regulables o programables, que permiten crear ambientes personalizados y dinámicos.

¿Cómo ahorrar energía con la iluminación LED?

El simple hecho de sustituir las bombillas tradicionales por bombillas LED ya supone un gran ahorro de energía, pero además existen otras medidas que puedes tomar para optimizar el uso de la iluminación LED y reducir aún más tu factura eléctrica. Algunas de estas medidas son:

Elegir la potencia adecuada

No todas las estancias necesitan la misma cantidad de luz, por lo que conviene elegir la potencia adecuada para cada una. Para ello, se puede utilizar la siguiente fórmula: potencia (W) = superficie (m2) x nivel de iluminación (lux) / rendimiento (lm/W).

El nivel de iluminación depende del tipo de actividad que se realice en cada espacio y se mide en lux. El rendimiento es la cantidad de luz que emite una bombilla por cada vatio de potencia y se mide en lúmenes por vatio (lm/W).

Aprovechar la luz natural

Siempre que sea posible, se debe aprovechar la luz natural que entra por las ventanas, evitando encender las luces artificiales durante el día. Para ello, se puede utilizar cortinas o persianas que regulen la entrada de luz, así como colocar espejos o superficies reflectantes que la distribuyan por el espacio.

Usar sensores o temporizadores

Para evitar dejar las luces encendidas innecesariamente, se puede recurrir a sistemas automáticos que las apaguen cuando no se detecte presencia o movimiento en el espacio, o cuando transcurra un tiempo determinado.

Estos sistemas son especialmente útiles para zonas comunes de edificios o espacios públicos, como pasillos, escaleras, garajes o jardines.

Regular la intensidad o el color

Algunas bombillas LED permiten regular la intensidad o el color de la luz, lo que puede ayudar a crear ambientes más acogedores o estimulantes, según la ocasión. Además, al reducir la intensidad de la luz, se reduce también el consumo de energía.

Para ello, se puede utilizar un regulador o dimmer, que se conecta entre la bombilla y el interruptor, o bien optar por bombillas LED con mando a distancia o control por voz.

No lo dudes más y empieza a ahorrar energía con la iluminación LED. Te sorprenderás de los resultados y del cambio que supondrá para tu hogar o tu negocio. ¡Contacta con Eficecan y pide tu presupuesto sin compromiso!